lunes, 8 de octubre de 2018

Mario Franklin Chávez: “Queremos llegar a jugar un mundial de clubes”

Cuando Mario Franklin Chávez decidió hacerse cargo de Royal Pari, no buscó un club de primera ‘grande’ o que esté clasificado a una Copa. Más al contrario, apuntó siempre a uno que esté en tercera división, que le permitiera aprender lo necesario para que cuando llegue a la División Profesional cometa los menos errores posibles. Su equipo hoy pelea arriba, pero lo más interesante es el objetivo que se ha propuesto.

“Queremos llegar a jugar un mundial de clubes”, dice sin titubear. Sabe que para llegar ahí primero hay que salir campeón en Bolivia, ganar la Copa Libertadores y luego estar entre los mejores del planeta. “Pero no solo jugar esa copa, sino ganarla”. Mario Franklin, desde su óptica, habla de su club, de cómo ve al fútbol boliviano, pero en especial al cruceño. “Veo mucha frustración”, dice mientras hace una pausa en el piso 24 del edificio Ambassador.

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¿Cómo se estructura todo, cuándo se arma el paso a paso?


Agarramos el club hace cinco años en tercera. Subimos a la A trabajando siempre para seguir escalando; la primera vez no se nos dio porque perdimos en semifinales, aunque al año siguiente logramos entrar en el Nacional B. No había otra oportunidad y acabamos como subcampeones. Los dos años en la A no logramos salir campeón, fue el título que nos faltó. Pero nosotros siempre fuimos avanzando, paso a paso, con una meta clara, que era la Liga.

¿Qué les decían?

Que estábamos locos, pero ahí están los locos, festejando los partidos hoy en primera. Pero no solo quisimos llegar hasta aquí, sino ser protagonistas. Cuando llegamos a la A dijimos busquemos un técnico que hubiera ascendido a algún club a la Liga y fue así que llegó David de la Torre, que había sido campeón del Nacional B. Y asimismo, cuando ascendimos y De la Torre se hizo a un lado, nos dijimos ‘si queremos ser campeones, busquemos a alguien que hubiera salido campeón en la Liga’. Y ahí apuntamos al profesor Roberto Mosquera, que había sido un suceso con Wilstermann y avanzado en la Libertadores. Lo contactamos y lo trajimos.

¿Por qué así la apuesta?


Nosotros tenemos una visión de ser los más grandes del país. En Santa Cruz, los equipos tradicionales hace más de 8 años que no salen campeones; entonces acá (en el Tahuichi) no se juega nada importante hace mucho tiempo y como los vemos hoy en día, están en las mismas, sin poder avanzar. Pero el éxito ha sido, gracias a Dios, a la visión que tenemos de pensar en grande para llegar a esos grandes lugares.

¿A qué se le puede llamar club grande en Bolivia?


En realidad para llamar grande a un club de fútbol lo tenemos que definir bien. Puede ser porque tiene mucha hinchada o trayectoria, como Destroyers, que hace poco celebró sus 70 años. O grande, si quieren, lo pueden llamar por su infraestructura, por su sede o por sus condiciones económicas. Grande también puede ser el que tiene mejores formas de administrar un club.

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¿Royal Pari apunta a una sumatoria de todo esto?

Sí, en realidad, hoy tenemos una sumatoria de todos esto, porque en el fútbol juegan muchos factores y queremos aprovecharlos al máximo, lo que hoy tenemos lo hemos aprendido en estos cinco años. Yo nunca fui dirigente de un equipo de fútbol y ninguno de mis dirigentes tampoco, entonces decidimos manejarlo como una empresa. Creo que ese es otro de los factores del momento que hoy tiene Royal Pari.

Estuvieron líderes por más de 10 fechas, ¿se sorprendieron?

Sin duda. Nosotros queríamos ser protagonistas y, primero, cuando contratamos al técnico nos dijo que la situación del equipo estaba comprometida con el descenso por los partidos que jugamos de enero a julio. Entonces le dije: ‘no, no profesor, usted está siendo contratado para salir campeón, no para pelear el descenso’. Es una visión diferente de cómo ver las cosas. Entonces, ahí el profesor nos sacó las estadísticas para ser campeones y como le gustó nuestra forma de pensar, se quedó. Además que le encantó nuestra sede, la forma en cómo administramos la empresa y cómo habíamos logrado resultados en poco tiempo.

Royal Pari es gran protagonista sin tener jugadores de renombre; desde su perspectiva ¿qué ha sido vital para lograr aquello?

Al inicio tuvimos que reforzar al equipo que salió campeón de la Simón Bolívar con los que el mexicano (David de la Torre) pidió. Y ya en esta etapa, para este campeonato (Clausura), al profesor le tocó asumir con esos jugadores. Solo nos dio para sacar a tres extranjeros y meter tres nuevos, más (Saulo) Guerra que es el único nacional que no había jugado el anterior campeonato. Trajimos a esos extranjeros y lo demás el profe tuvo que armar un equipo y sacar los buenos resultados, echando mano de lo que había. Hemos visto que trabajando en equipo, tanto en el área futbolística, dirigencial, técnica como con los médicos, se puede llegar hasta donde estamos.

¿Cómo vive el presidente cada domingo, cada fecha?

Soñaba con ser futbolista, pero no se me dio. Formé parte de la Tahuichi, pero me lesioné de la rodilla; tengo tres cirugías que no me permiten jugar actualmente. Fue por un sueño que me metí al fútbol, no llegué a ser profesional, pero ahora mi equipo lo es... el sueño sigue.

¿Cómo lo distribuye el tiempo, trabajo, familia, empresa, equipo?

No es fácil programar todo (sonríe). Hay que hacer una secuencia diaria de cómo llevar el día, porque tenemos el grupo Sion, que es grande ya que estamos a escala nacional e internacional, más el equipo y las diferentes empresas y la familia, te requiere orden, organización, agendas bien planificadas. Pero siempre estamos ahí, cumpliendo.

¿Qué lo motivó a ser dirigente, viendo las duras realidades en los otros clubes?

Cuando me hicieron la oferta de agarrar un club, les dije que sí, pero agarrando uno de tercera división, porque ahí íbamos a aprender y el costo iba a ser menor. Fuimos aprendiendo conforme fuimos avanzando, pero esto también es porque hemos ido estudiando el manejo de otros clubes, como Bolívar, que es administrado por una empresa externa. Viendo también a la ‘U’ de Chile, al Barcelona, al Real Madrid y de todos hemos sacado un poco a medida de nuestras posibilidades. Esos es lo que aplicamos acá, manejar el club como una empresa. Eso nos guio a buenos resultados

¿Qué enseñanza le ha dejado estos años en el fútbol y qué desafíos aún le faltan?

Algo de lo que hemos aprendido, por ejemplo, es el manejo del estrés, que es muy importante para nosotros porque en el fútbol uno se enoja. La pasión hace que la gente grite, hable, que también felicite o que pida sustituir al presidente, al técnico. Eso lo hemos ido aprendiendo, a no tomar decisiones cuando uno está molesto o en calentura tras un partido. Pero también a no dar ningún tipo de opinión porque nos podemos salir del margen. Es por eso que hablamos con los jugadores de que por más que ganemos o perdamos, vamos a estar con ellos.

Royal Pari paga puntual, ¿cómo le hacen para no tener problemas en este aspecto?

Primero nos dijeron que no mal acostumbremos a los jugadores pagándoles puntuales, pero nosotros dijimos ‘¿por qué no?, si tenemos las condiciones les vamos a pagar puntuales’. Eso es algo que los jugadores valoran mucho y Fabol también, porque no hemos tenido ningún problema. Es una de las enseñanzas que tenemos y si el resultado se ve, quiere decir que todo el trabajo y el sacrificio han valido la pena.

¿Cuál es la hinchada de Royal Pari?

La verdad que como venimos de la tercera división, en cinco años es difícil tener una hinchada grande. Además, hemos visto que ni los equipos tradicionales llenan estadios, a no ser que sea un clásico; después, en los otros partidos la gente no va. Peor aún con la televisión de ahora, donde la gente prefiere ver los partidos desde su cama, con aire y si se enoja, cambia de canal y no pasa nada. No nos preocupa lo de la hinchada porque hemos vendido muchos abonos este año, porque tenemos una hinchada a nivel nacional. Eso también nos da el parámetro de que los hinchas van a seguir saliendo. Algo que hicimos también como empresa fue contratar a una empresa de marketing del exterior que está viendo todo este tema, más los recuerdos, sponsor internacionales que van a llegar el próximo año.

¿Cuál es la proyección que tienen como dirigencia?

No estamos interesados en nada político y la FBF es política. La idea es llevarnos bien porque hemos venido a jugar fútbol, a tener amigos, a compartir y no a la política.

¿Ha conversado con el presidente César Salinas?

Estuvimos en la cena por los festejos de los 25 años de la selección que fue al Mundial, pudimos conversar un poco, pero ya vamos a sentarnos para que nos cuente qué ideas tiene él, qué planificación tiene la Federación para ver de apoyar y no ser una piedra en el camino, sino apoyar en todas las buenas ideas que existan.

¿Qué es lo que hoy le preocupa en el fútbol nuestro?

Miren, algo que de verdad me preocupa es el tema de los árbitros, porque ya fuimos afectados contra Real Potosí, que nos expulsaron a dos y eso repercutió en el partido ante Destroyers. Pero también hay algo que me da tranquilidad, que quien asumió el mando de la FBF es un empresario (César Salinas), entonces creo que también manejará como una empresa la FBF porque es alguien que sabe de fútbol. En esa parte, estoy tranquilo.

Si tuviera que hacer una lectura del fútbol cruceño y nacional, ¿qué diría?

En el fútbol boliviano, como veíamos hace rato, la gente no apoya en los partidos. Y respecto al fútbol cruceño, creo que está muy herido, muy frustrado porque no hay ningún candidato que salga y dé la cara a escala nacional y que sea la cara internacional. En el fútbol boliviano vemos que es un campeonato bien duro, difícil, donde tenemos que jugar cuando toca en la altura, y bueno, hay que intentar hacer un buen papel allá.

¿Puede Royal Pari intentar que esa ‘frustración cruceña’ acabe?

Sí. Nosotros precisamente, a manera de broma, decimos que todos los hinchas frustrados pueden venir a Royal Pari para que puedan confiar en el fútbol y tener nuevas alegrías.

¿Ve a Royal Pari campeón?

Lo veo, nosotros estamos trabajando para ser campeón. Hoy que hemos llegado al 50% del campeonato, estamos segundos y en 10 fechas estuvimos primeros; entonces, no es algo irreal porque algunos decían ‘han ganado dos o tres partidos solo de suerte’, pero estar arriba no ha sido fácil, no es cuestión de suerte, es cuestión de trabajo.

¿Cómo vencer la altura, desde la óptica del club?

Nosotros estamos construyendo nuestra sede en Cochabamba, que desde el próximo año la vamos a utilizar, entrenando y concentrando allá para cuando nos toque jugar en la altura. Por ejemplo, cuando iniciamos este sueño de entrar al fútbol, comenzamos a trabajar en la sede actual de Kalomai. Cuatro año hemos trabajado en Kalomai Santa Cruz y hace tres estamos trabajando con Kalomai Cochabamba, precisamente pensando y esperando de que yendo a aclimatarnos vamos a tener mejores resultados y chance ante los equipos de altura.

¿En algún momento han pensado en armar dos equipos, uno para la altura y otro para el llano?

Yo, en lo poco que pude hablar con Salinas el otro día, le dije eso de armar dos equipos en la selección, es lo ideal, que jueguen los jugadores nacionales en La Paz, pero cuando toque jugar afuera que vayan los legionarios, más unos cuantos de los que juegan en Santa cruz. Dependiendo contra quién y el clima donde les toque.

¿La Libertadores, la Sudamericana, es palpable para ustedes?

En este quinto aniversario les dije a todos que el objetivo que tenemos: la Copa de Campeones o el Mundial de Clubes que juegan los cinco mejores de los continentes, jugar ahí y por qué no, salir campeón. Pero para eso tenemos que salir campeón de la Libertadores y antes, del fútbol nacional. Es una meta, pero también hay que vencer otras antes.

¿Ese objetivo lo traza usted?

Los bolivianos estamos acostumbrados a ver que todo el mundo se queja, que le echa la culpa a los demás y nosotros buscamos cambiar eso. Hace 12 años que estamos acá y venimos de la nada. Cuando llegué (a Santa Cruz) de un pueblo que está a 100 km entrando por Portachuelo y que se llama Palometa, para mí fue una gran cosa. Dios nos ha dado una inteligencia y la hemos aplicado, nos hemos esforzado y eso es lo que buscamos hacer con el fútbol. Esa visión se la damos a los jugadores y al cuerpo técnico.

¿Qué le ha enseñado el fútbol para la vida y la vida para el fútbol?

Primero, que es una pasión, es un sueño y ahora también he aprendido que hay que soñar y después sacrificarse para poder lograr ese objetivo. Hoy lo estamos viviendo, cuando estudias y te preparas. Pero también es muy importante ejecutar, esforzarse y ser valiente. Son aspectos para aplicar en la vida.

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