miércoles, 5 de septiembre de 2018

Mosquera sella sus goles con un beso



El primer gol que anota en un partido cuando su equipo juega en casa equivale a un beso a su esposa Neila, corre y se lo da. Singular y único estilo de festejo que tiene nombre y apellido: Jhon Jairo Mosquera, delantero colombiano que juega en el líder Royal Pari.

Además, en su primera temporada en Bolivia, ‘Lukaku’ —como le llaman sus compañeros— exhibe potencia, entrega y definición. Hasta ahora van seis tantos en el campeonato Clausura.

“Uno como delantero siempre quiere destacarse anotando goles. Estoy muy contento por como se me presentaron las cosas en un nuevo país. Llegué, hice goles y espero que sigan las cosas de esa manera”, dice el atacante paisa.

“Cada primer gol está dedicado a ella, así lo hacemos desde hace rato. Sé que los compañeros al inicio se sorprenden. Mi esposa siempre está ahí, en las buenas y en las malas, por eso el primer gol es para ella. Comenzamos este festejo en Alemania”, rememora el gigante atacante.

Este tipo de festejo se da siempre que le toca jugar de local, por eso coordina con su compañera para saber dónde se sienta para luego buscarla. “La veo antes de que empiece el partido, para que así cuando anote ya sepa hacia dónde correr”.

‘Mosqui’ —su apodo en Alemania donde tuvo una buena temporada— cuenta que entonces sus compañeros le felicitaban por ese detalle con su familia.

Hace poco un jugador del Atlético de Madrid festejó igual, luego de convertirle un tanto al Real Madrid.

“En Chile hice también este festejo y luego muchos jugadores lo copiaron y se hizo contagioso”, bromea.

Confiesa que para él se convirtió en un rito, porque une dos cosas importantes en su vida: su familia, en este caso representada por su compañera de toda la vida, y el fútbol, que es una de sus pasiones, la principal.

Mosquera besa a esposa Neila después de anotar un gol para Royal Pari. Foto: Jhon Jairo Mosquera

Por ahora va media docena de tantos, pero como tiene contrato hasta fin de año y muchos partidos por delante, la ilusión que lo envuelve es realizar más goles y estar entre los más efectivos.

“Mi deseo y el sentir con mi esposa es hacerlo hasta que juegue el último partido. Ella es mi fortaleza para seguir en el fútbol, porque no todo son goles, besos o ganar, en el fútbol hay momentos malos, en la misma cancha, pero ella siempre está a mi lado”.

El colombiano es consciente de que tuvo un gran arranque en Bolivia, porque a plan de potencia, entrega y definición comenzó a mostrar lo suyo. Inicio similar al del panameño Rolando Blackburn en filas atigradas.

“Uno como delantero siempre quiere destacarse. Estoy contento por como se nos presentaron las cosas en un nuevo país. Llegué, hice goles y espero que sigan llegando muchos más. Todos en el equipo tenemos un gran sueño”.

Cuando surgió la propuesta de Bolivia, dialogó con su esposa y no lo pensaron dos veces y aceptaron. “No investigamos ni averiguamos nada. Me dijeron Bolivia y me vino a la mente el Bolívar o el The Strongest, a los que vi en torneos internacionales. Estoy contento en el país porque me tratan muy bien”.

Mosquera destaca del sorprendente inicio de Royal Pari, puntero del torneo, que se lograron resultados positivos porque antes que nada son “una gran familia que es muy unida y decidida a obtener cosas importantes”.

“Hay unidad, mucho trabajo, corremos hasta el último minuto, todos tenemos compromiso y eso siempre te deja buenos resultados”, asegura.

Se califica como un hombre sencillo, de familia, orgulloso porque tiene dos hijas y una nieta. “Todo lo que hago en el fútbol es para mi familia, por eso mi festejo es para mi esposa, y mis goles para mis hijas y mi nieta”.
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